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Se trata de una estructura modular en cemento ubicada en una parte alta de los cerros orientales bogotanos. Fue producto de una fase de experimentación del artista con este material. 16 torres, instalada en 1974, fue precedida por la obra Columnata, ubicada en el Fort Tryon Park de Nueva York.

Dos volúmenes modulares que se desenvuelven a partir de una estructura en forma de diamante, están colocados uno adelante del otro, sobre los separadores de la avenida El Dorado y se encuentran montados en una base de concreto a la vista. El artista afirmó que esta obra está basada en la Victoria de Samotracia, de donde proviene su nombre y su movimiento en diagonal hacia adelante. Fue instalada en 1994.

Esta obra de 1994 es una especie de marco de hierro pintado de negro ubicado sobre un separador de la avenida, a través del cual se enmarca el paisaje urbano bogotano contra los cerros orientales característicos de la ciudad.

Se trata de una imagen de bulto de quince metros de altura ubicada sobre la ermita dedicada a la Virgen de Guadalupe que se encuentra sobre el cerro de su mismo nombre. Estas condiciones la hacen visible desde gran parte de la ciudad y por ello constituye uno de sus hitos iconográficos.

Es un portal de piedra rodeado de una fuente con cuatro columnas. En el centro está la figura principal, una alegoría de la patria que acoge el yacente cuerpo de un mártir, en referencia al asesinato de Uribe Uribe en 1914. En la parte inferior hay dos relieves de piedra estilo Art Deco realizados por Bernardo Vieco.

Esta estatua fue realizada con motivo de los festejos del Centenario de la Independencia en Bogotá, aunque fue inaugurada dos años después. Fue inaugurada en la Plaza de Ayacucho (calle 6ª – carreras 7 y 8). Tuvo varios emplazamientos hasta llegar al actual, proceso en el cual perdió su pedestal y sus inscripciones originales.

“Performance [de 1989] en la cual María Teresa realizaba las acciones tradicionalmente asociadas a la condición femenina (como limpiar, barrer, maquillarse, peinarse, etc.) […] La vitrina daba contra un andén muy transitado, con lo cual el gesto personal se catapultaba, de manera directa y cruda, hacia la esfera de lo urbano. Su tiempo de ejecución, ocho horas diarias […] recalcaba que los roles femeninos en una sociedad como la nuestra siguen estando ligados a los oficios del hogar”.

Sólo se conserva la estatua de este prócer colombiano. El pedestal original era de mármol blanco con cuatro águilas de bronce, una alegoría de la justicia en mármol y las inscripciones: “A Santander, el hombre de las leyes. / Los Estados Unidos de Colombia. Decreto legislativo de 6 de mayo de 1850. / Semper honos, nomenque tuum, landesque manebunt”.

Esta estatua, originalmente ubicada en la actual Plaza de San Victorino, fue parte central de los festejos bogotanos con motivo del Centenario de la Independencia. Además de una procesión cívica la estatua fue coronada por los descendientes del prócer. Una réplica de la misma se encuentra en la plaza principal de la ciudad de Pasto, Nariño.

Fue una de las primeras obras escultóricas en homenaje a Bolívar. José Ignacio París encargó esta estatua para adornar la entrada de una casa que había recibido como regalo de éste en 1830 y al arribar a la ciudad en 1845 decidió donarla al Congreso Nacional. La obra esta acompañada por cuatro relieves alegóricos de bronce.

Monumento realizado con motivo del centenario de la batalla de Ayacucho. Incluye las estatuas de José María Córdova y Antonio José de Sucre.

Instalación temporal de vallas con fotografías de ruinas o espacios en demolición sobre fachadas de edificios de la Universidad Nacional de Colombia.